Grietas de Amor: Cuando Dios Redime Nuestras Heridas

Cuando solo vemos las grietas

Detrás de la conducta… hay dolor

Las grietas no desaparecen… se redimen

Una marca que ahora es testimonio

¿Qué parte de ti diste por perdida?

Las grietas que se esconden no sanan.
Las grietas que se entregan a Dios se convierten en instrumentos de Su gloria.
Lo que parecía ruina, Él lo puede embellecer.

Una oración sincera

¡Recibe el contenido al tiempo de Dios!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio