El Dios de los Pequeños Detalles
Dios Está Atento a Todo
Después de una cirugía pélvica, tuve que enfrentar muchas limitaciones, entre ellas, no poder lavar mi ropa durante mucho tiempo. Finalmente, llegó el día en que pude hacerlo, y con esfuerzo logré terminar esa tarea que parecía sencilla, pero para mí era un logro importante. Sin embargo, justo ese día, después de haber salido a mi trabajo, comenzó un aguacero.
En ese momento, todo lo que pude hacer fue decir: “Señor, tú sabes lo que me costó lavar la ropa hoy. No te voy a pedir que no llueva, porque tú eres quien gobierna todo, pero sí te pido que mi ropa no se moje.” Confié en Dios y continué con mi día, olvidándome del asunto.
Al llegar a casa a las 5:00 p.m., tenía la esperanza de que, milagrosamente, no hubiese llovido en la zona donde estaba mi ropa. Para mi decepción, al llegar vi que el área estaba llena de charcos de agua, lo que indicaba que sí había llovido. Subí a la azotea resignada, pensando en recoger todo empapado, pero al tocar la primera pieza, me di cuenta de algo asombroso: estaba seca. Toqué la segunda, seca. Cada prenda estaba completamente seca, incluso los jeans, ¡y calientes como si hubiesen estado al sol!
Lo más sorprendente fue que, en medio de las prendas secas, había una toalla completamente empapada, como evidencia de que sí llovió. En ese momento, entendí que Dios había respondido a mi oración de una manera tan específica y amorosa que no podía contener mi asombro.
Un Padre Detallista
Este testimonio me recuerda que Dios no solo hace milagros grandes y extravagantes, como sanar a un enfermo terminal, pagar deudas imposibles o resucitar a los muertos. Él también cuida de los pequeños detalles, de las cosas que pueden parecer insignificantes para otros, pero que para nosotros tienen un gran valor.
Dios es un Padre fiel que está atento a cada aspecto de nuestras vidas. Él no ignora nuestras necesidades, por pequeñas que sean. Cada petición, por más simple o grande que parezca, tiene valor para Él porque somos Sus hijos y todo lo que nos importa también le importa a Él.
«El Señor cumplirá su propósito en mí. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; no abandones la obra de tus manos.»
— Salmos 138:8
Nada es Insignificante para Dios
A veces, pensamos que solo deberíamos llevar a Dios nuestras “grandes” necesidades, pero este testimonio es un recordatorio de que no hay nada demasiado pequeño para Dios. Ya sea:
- El pago de una deuda.
- La sanidad de un ser querido.
- La restauración de tu familia.
- Algo tan simple como que tu ropa no se moje o disfrutar de una buena comida.
Todo lo que importa a tus ojos, importa a Dios. Para Él, nada es insignificante porque su amor es detallista y personal. Él no solo está interesado en los grandes milagros, sino también en los gestos pequeños que nos demuestran que nos ve y nos cuida en todo momento.
Pide y Cree
Hoy, quiero recordarte que no hay límites para lo que puedes pedir a Dios. Pide con fe, sabiendo que Él es poderoso para hacer lo que parece imposible, pero también para cumplir con esos pequeños detalles que marcan la diferencia en tu día.
«Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá la puerta.»
— Mateo 7:7
El poder para actuar no está en nosotros, sino en Él. Nuestra tarea es confiar y creer, porque Él tiene el control de todo. No importa si hoy es un día de lluvia o de sol, Dios está atento a tus necesidades y a las de los que amas.
Un Padre Amoroso
Dios nos recuerda que no estamos solos y que Su amor abarca cada aspecto de nuestras vidas. No importa si lo que necesitas parece pequeño o insignificante; para Él, todo lo relacionado contigo es importante. Cree en Su poder, confía en Su fidelidad, y recuerda que su cuidado está en cada detalle.