Más de lo que Ves
No Te fies de las Apariencias
El mundo a nuestro alrededor puede hacernos sentir que todo está perdido. Las noticias y situaciones a menudo pintan un panorama oscuro, pero Dios tiene un mensaje diferente para nosotros. Su promesa es clara: hay más de lo que podemos ver con nuestros ojos.
La Promesa de Dios para Tu Futuro
Dios nos asegura:
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.”
Jeremías 29:11
Esto significa que los planes de Dios para tu vida no terminan en derrota o calamidad. Dios ha preparado un futuro lleno de bienestar y bendición para ti. Aun cuando las circunstancias parezcan difíciles, debes saber que hay un propósito y esperanza más allá de lo que tus ojos pueden ver.
Pensamientos Más Altos que los Nuestros
El Señor nos recuerda en Isaías 55:8-9:
“Mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos… Mis pensamientos son más altos que los de ustedes.”
Dios tiene una perspectiva superior y un plan mucho más grande de lo que podemos imaginar. No importa lo limitado que pueda ser nuestro entendimiento, Dios está orquestando algo extraordinario.
En 1 Corintios 2:9 se reafirma:
“Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman.”
1 Corintios 2:9
Para los que Aman a Dios
Estas maravillas están reservadas para quienes aman a Dios. Si tu amor por Él es verdadero, estas promesas son para ti. Aunque el mundo intente robarte la esperanza, mantén tu mente enfocada en el futuro glorioso que Dios ha prometido. Tus circunstancias actuales no determinan tu destino.
Como dice Romanos 8:28:
“Y sabemos que en todas las cosas Dios obra para el bien de los que lo aman, los que han sido llamados conforme a su propósito.”
Confía en que todo obra para tu bien, según el plan perfecto de Dios.
Una Fe Más Allá de las Circunstancias
El desafío de nuestra fe surge cuando las circunstancias parecen insuperables. En esos momentos, es fácil sentirse abrumado por lo que se ve y se siente. Pero la fe a la que Dios nos llama es una fe que trasciende lo visible. No se basa en la situación actual, sino en las promesas eternas de Dios. Cuando nuestra confianza está puesta en Él, entendemos que, aunque las dificultades sean reales, la realidad de las promesas de Dios es aún más poderosa.
Anclar nuestra fe en Dios significa creer que Él obra en todo, incluso cuando no comprendemos el proceso. Significa reconocer que Su plan, aunque a veces misterioso, siempre es para nuestro bien y Su gloria. En lugar de dejarnos llevar por el miedo o la duda, recordemos que Dios es inmutable, fiel a Su palabra, y que no hay circunstancia que pueda frustrar Sus propósitos.
La fe más allá de las circunstancias implica ver más allá del caos y confiar en que Dios tiene todo bajo control. Incluso si ahora no vemos el resultado que esperamos, podemos estar seguros de que Él está trabajando, transformando cada obstáculo en una oportunidad para Su gloria y nuestro crecimiento espiritual. Mantén firme tu mirada en el destino prometido por Dios: una vida abundante aquí y una eternidad con Él.
Promesa Eterna
No te dejes llevar por lo que ves hoy. Dios ya ha establecido una palabra sobre tu vida, una promesa de bienestar y propósito. Confía en que su plan es perfecto, incluso cuando no lo entiendas completamente.
Como dice Tito 1:2:
“En la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos.”
Esta promesa nos asegura que nuestra esperanza está anclada en un Dios fiel, que no miente y ha preparado algo eterno para nosotros.
Un fuerte abrazo, y que Dios fortalezca tu fe mientras esperas con esperanza lo que Él ha preparado para ti.